Blogia
Blog Prader-Willi

Los alimentos tipo light a examen

Los alimentos tipo light a examen

CONSUMER.es EROSKI analiza 52 alimentos tipo light: mayonesas, cereales para desayuno, mermelada, nata líquida, pan tostado, batidos... un tercio de los alimentos tipo light no son en realidad light. Todos los alimentos tipo light estudiados lucen un etiquetado deficiente, algunos ofrecen una ración menor de la habitual para presumir de una reducción de calorías, y otros incorporan mensajes que confunden al consumidor.

Más de la tercera parte de los alimentos tipo light que pueblan las estanterías de los comercios españoles no pueden ser considerados como tales, porque la reducción del aporte calórico respecto de su alimento de referencia convencional no alcanza el 30% que establece la única recomendación en vigor al respecto para los alimentos light en España, cuyo seguimiento no es obligatorio para los fabricantes. Además, tres de cada cuatro alimentos tipo light son más caros que sus equivalentes convencionales.

Estas son las principales conclusiones de una investigación de CONSUMER.es EROSKI, que ha estudiado el etiquetado y los reclamos de 13 alimentos que se denominan light y otros 39 que se han equiparado a ellos, porque si bien no utilizan este término, sí se valen de denominaciones y retóricas que el consumidor fácilmente puede asimilar iguales.

En este estudio (52 muestras de alimentos tipo light y otras 52 de sus referentes convencionales), se han equiparado los productos etiquetados como light con otros cuyas denominaciones son "Bajo en grasa", "Integrales, menos grasa", "Sin azúcar", "6,5% materia grasa", "0% materia grasa", "Diet", "Ligero/a" o "Desnatado/a" o "Bajo en calorías".

En cuanto al etiquetado, sólo 1 de los 52 alimentos tipo light estudiados incluye información nutricional sobre su equivalente no light (a pesar de que deberían hacerlo) por lo que todos ellos suspenden este apartado salvo, las Palmeritas Martínez integrales "+fibra, -grasa".

En España, no hay legislación específica sobre alimentos light, aunque un acuerdo interministerial de 1990 (sin validez jurídica) establece los criterios que debería cumplir un producto para considerarse ligero: ofrecer un 30% menos de calorías que su equivalente convencional e incluir en su etiquetado la información nutricional de ambos productos (del light, y del no light) para que el consumidor pueda valorar si le compensa adquirir el reducido en calorías.

Al carecer de esta información el consumidor encuentra impedimentos para comparar de un vistazo la diferencia en grasas, azúcares y calorías, y así conocer qué es lo que realmente diferencia a un "nuevo" alimento de su homólogo convencional. Las recomendaciones del acuerdo de 1990, son las referencias que han utilizado en CONSUMER.es EROSKI para estudiar y calificar el etiquetado de los productos light (o que pueden parecer light) analizados.

  • Conclusiones del estudio

La principal conclusión es que los alimentos light no reducen su aporte calórico tan significativamente como cabría esperar y que lo más habitual (en el 76% de los casos, concretamente) es que sean más caros que sus referentes convencionales. Se da la paradoja de que los productos que presumen de light sin serlo, son también los que aumentan más de precio respecto a los no light: es el caso de los cereales ’tipo línea’ (un 38% más caros), el chocolate (un 50%), las galletas (hasta un 63%), el pan tostado (un 50%) y el pan de leche (un 25%).

El hecho de que un alimento sea light no significa que no sea muy calórico, por lo que el consumidor también debe controlar su consumo. Es el caso de la leche condensada, la nata o las galletas (entre un 15% y un 20% menos de calorías que sus equivalentes convencionales, pero aun así muy energéticos) o el chocolate, que es incluso más calórico (alrededor de un 2%) que su correspondiente ’no light’.

¿Cómo consiguen ser light? Entre los alimentos estudiados que sí son light (el 64% de toda la muestra), la mayoría reduce su poder energético sustituyendo el azúcar por edulcorantes, y la grasa por sustitutivos químicos miméticos. En la mayonesa, la reducción en la cantidad de aceite y huevo se compensa con la adición de agua, a pesar de lo cual, las mayonesas light son un 15% más caras que las convencionales. En los panes de leche, cada unidad es de un peso significativamente menor que la muestra ’no light’, con lo que resultan menos calóricos por ración pero a igualdad de peso esta reducción sería menos relevante.

Son alimentos light “aconsejables” los lácteos que reducen su aporte calórico, eliminando la grasa de la leche entera hasta conseguir leche desnatada, proceso que ayuda a que disminuyamos el consumo de grasa saturada, la menos saludable sin afectar significativamente (sólo se pierden las vitaminas liposolubles, y muchos fabricantes las añaden después para evitar esta pérdida) a las propiedades nutritivas de la leche.

  • Uso correcto de los light

Es posible que un consumidor poco iniciado en cuestiones de nutrición, a la hora de incorporar a una determinada receta una cantidad de producto, por ejemplo nata o mantequilla, si este es light, añada el doble de lo habitual porque considera que los alimentos light apenas aportan calorías con relación a los "normales". Otro tanto puede decirse de productos que se consumen sin preparación, como galletas, mahonesas, mermeladas, etc. Y se trata de un grave error dietético, porque la reducción en el aporte calórico casi nunca es tan importante. De ahí la necesidad de que los fabricantes comuniquen esta información, para que los consumidores se hagan cargo de que los alimentos light o tipo light deben consumirse también con moderación.

Mensajes como ’diet’ o ’sin azúcar añadido’ pueden ser interpretados como "menos calórico", lo que no siempre es verdad: algunos de estos productos son muy útiles y cumplen su función para personas diabéticas o con el nivel de triglicéridos elevado que no pueden ingerir azúcar, pero puede suceder que su capacidad energética sea similar e incluso superior al equivalente convencional. Éste es el caso de algunas mermeladas sin azúcar en las que no se reduce el aporte calórico porque el azúcar es sustituido por fructosa.

También puede inducir a error el etiquetado del pan tostado "sin azúcar", ya que el poder energético de este producto no viene por los azúcares añadidos, sino porque es muy rico en hidratos de carbono.

Lo mismo ocurre con los cereales para desayuno ’tipo línea’, tan energéticos como los demás cereales (excepto los chocolateados o con frutos secos, más energéticos), a pesar de que las imágenes de su paquete induzcan a pensar de que se trata de productos menos calóricos e indicados para guardar la línea.

Además del resumen expuesto (CONSUMER.es EROSKI – Alimentos Tipo Light a Examen) y las numerosas entradas en de los últimos años este Blog, creo interesante dedicar unos minutos al apartado "Los Light y la Salud".

Enviado por: F. Briones

 

0 comentarios